Nunca en el mundo científico se había esperado tanto de un material ni había generado tanto interés como el grafeno. Tal es el potencial que se le asocia, que se le empieza a conocer como ‘’el material del futuro’’, pero ¿qué es el grafeno?
El grafeno es un nanomaterial formado por carbono puro, dispuesto en una lámina bidimensional en forma de red hexagonal, como un panal, extremadamente fina, del grosor de un átomo. Bien, hasta aquí podría parecer la descripción de cualquier otro material, sin embargo, lo que tanta expectación genera a su alrededor son sus extraordinarias propiedades. Posee una dureza extraordinaria, 200 veces superior a la del acero, solamente el diamante es capaz de rayarlo, una gran flexibilidad que le permite doblarse hasta un 10%, una destacada ligereza, de sólo 0,77mg/m2 y la capacidad de permitir a los electrones desplazarse por él como si no tuviesen masa. Es un material transparente, con una altísima conductividad térmica y eléctrica y que genera electricidad al ser alcanzado por la luz. Todas estas virtudes hacen del grafeno, al menos en el plano teórico, un material llamado a ser el revolucionario del siglo XXI.
En Asturias, el incipiente interés por el grafeno ha propiciado una atmósfera de trabajo en torno a él. Tanto es así, que el gobierno regional, lo ha incluido dentro de su Estrategia de Especialización Inteligente (RIS3) como una de sus 16 prioridades temáticas. Por otro lado, el grafeno está despertando el interés de empresas como ArcelorMittal, Treelogic, Dropsens, IQN o Idesa entre otras, y organismos como el INCAR (Instituto Nacional del Carbón), el ITMA (Instituto Tecnológico de Materiales), o el CINN (Centro de Investigación en Nanomateriales y Nanotecnología), que ya desarrollan proyectos innovadores relacionados con el grafeno.
Entre los proyectos que se llevan a cabo en la actualidad en la región, podemos encontrar:
- Proyectos de obtención de grafeno, como la patente desarrollada para su obtención a través de derivados del carbón y el petróleo como el coque.
- Proyectos de aplicación biomédica, como el desarrollo de soportes basados en grafeno para el crecimiento de células de la retina, o espumas de grafeno para la regeneración de tejidos.
- Proyectos de aplicación industrial, como la síntesis de grafeno en forma de dispersión coloidal, con el objetivo de utilizar este material como tinta conductora de bajo coste, o la deposición electroforética de grafeno sobre acero al carbono para la obtención de recubrimientos protectores frente a la corrosión.
- Proyectos de investigación en campos como el del almacenamiento y generación de energía, la química de procesos, o el desarrollo de sensores.
- Proyectos de comercialización de equipos de producción en masa de films de grafeno.
Cada día está más cerca; el grafeno ha madurado y quiere dejar los laboratorios para formar parte de nuestra vida cotidiana. El material del futuro llama a la puerta y Asturias da buena cuenta de ello.
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