Registró un stock de Inversión Extranjera Directa de 16.352 millones de euros al cierre de 2017
Asturias ocupa la cuarta posición entre las comunidades autónomas en inversión productiva extranjera en España, según los últimos datos recopilados y que aparecen en el Registro de Inversiones Extranjeras del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad.
En
concreto, nuestra región registró un stock de Inversión Extranjera Directa (IED) de 16.352
millones de euros al cierre de 2017, un 4,1% del total del Estado español.
España es uno de los principales receptores de inversión extranjera a nivel mundial. La posición total de la IED en España en términos de stock acumulado se situó en 659.000 millones de dólares (592.280 millones de euros) al cierre de 2018, según los datos recogidos por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) en junio de 2019. Esto supone que España se situó como decimocuarta economía receptora.
El stock de IED productiva ya representa un 46,2%
del PIB español, el segundo ratio más
alto tras el de Reino Unido entre los cinco principales países europeos.
Exportaciones de las filiales extranjeras en España
Las filiales extranjeras en España desempeñan un papel fundamental en las exportaciones. Concentran el 44% del total de las exportaciones españolas y son responsables del 38% del gasto en I+D empresarial.
En cuanto al empleo, 1.394.968 puestos de trabajo dependían en España de la inversión extranjera al cierre de 2017, 28.165 de ellos en Asturias.
Por
comunidades autónomas, la distribución del stock se concentra en un 89,5% en cuatro de
ellas: Madrid (68,1%), Cataluña (13%), País Vasco (4,3%) y Asturias (4,1%),
aunque el llamado «efecto sede» tiende a sobrevalorar las ubicaciones en los
grandes polos económicos.
Por sectores, energía, metales y manufactura de otros materiales, actividades inmobiliarias, construcción e infraestructuras y comercio al por mayor y retail lideran la lista en cuanto a total de stock de IED.
El stock de IED es un indicador que muestra la confianza más duradera de los inversores en la economía local y sus empresas. Es una «fotografía» de las empresas que están instaladas en un territorio. Suma todo lo invertido menos las desinversiones y las amortizaciones.