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Salime, de central hidráulica pionera a paradigma de la transición energética de Asturias

Varias empresas eléctricas plantean iniciativas de generación y almacenamiento hidráulico aprovechando pantanos y centrales existentes.

Las empresas eléctricas apuestan por Asturias en el camino emprendido por España hacia la descarbonización de la economía y la transición energética. Decenas de pantanos y centrales hidroeléctricas en funcionamiento en nuestra región desde hace décadas, como la de Grandas de Salime, podrían ganar una segunda vida a través de proyectos de generación y almacenamiento de la energía que producen.

La Ley de Cambio Climático y Transición Energética, aprobada por las Cortes Generales en mayo de 2021, señala como una de las medidas para alcanzar los objetivos de descarbonización promover centrales hidroeléctricas reversibles, capaces de generar energía y, más importante, de almacenarla.

Y Asturias, alineada con la dirección tomada por España y por Europa en el propósito de alcanzar los objetivos de ahorro y eficiencia energética, parte desde una posición privilegiada.

La mayor parte del territorio asturiano drena sus aguas hacia el Mar Cantábrico, que forma parte del Océano Atlántico. Esta es una de las razones por las que Asturias tiene un clima templado y oceánico. Registra, además, una alta pluviosidad: llueve abundantemente a lo largo del año (se estima en mil litros por metro cuadrado).

Asturias cuenta con numerosos ríos, pequeños pero muy rápidos y caudalosos debido a la orografía montañosa. Esto los hace muy apropiados para generar electricidad a través de centrales hidroeléctricas.

Asturias, 777,9 MW de potencia hidráulica instaladA

Nuestra región tiene en la actualidad cuarenta instalaciones hidráulicas para producción de energía eléctrica, con una potencia instalada de 777,9 MW.

En Asturias hay varias centrales hidroeléctricas de relevancia, como la ubicada en Grandas de Salime (con una potencia instalada de 112 MWh) o la de Tanes (central con una capacidad de 124 MWh en generación y 114,5 m³/s de bombeo).

La central hidroeléctrica de Salime comenzó a construirse en 1945 gracias a un acuerdo entre las compañías Electra de Viesgo e Hidroeléctrica del Cantábrico para el aprovechamiento del tramo superior del río Navia. La puesta en funcionamiento de esta instalación, pionera en lo referente a tecnología y diseño y que tuvo que salvar muchos escollos constructivos, data de 1954.

Salime tiene otra peculiaridad: el arquitecto asturiano Joaquín Vaquero Palacios, en colaboración con su hijo Joaquín Vaquero Turcios, convirtió la central en una galería de arte, complementando la imponente obra industrial con un trabajo pictórico pionero. De hecho, la central se puede visitar y se ha convertido en una atracción turística de primer orden.

El volumen útil del embalse es de 239,5 Hm³, la potencia neta de la central alcanza los 157,24 MW y registra una energía producible en año medio de 300.000 MWh.

Asturias promociona las energías renovables

La estrategia energética de Asturias contempla la promoción de las energías renovables y el desarrollo de actuaciones en materia de ahorro y eficiencia en el camino hacia la transición energética. El porcentaje de participación de las renovables en la producción primaria total regional fue en 2018 del 75,2 %, siendo en el año anterior un 60,9 %.

En esta línea, las compañías EDP, Endesa y Magtel plantean la construcción de hasta seis grandes balsas en el Occidente de Asturias para bombear hacia ellas agua de pantanos existentes y generar energía renovable con los retornos.

Saltos del Navia –empresa participada a partes iguales por EDP y Endesa– proyecta para el embalse de Salime una central de bombeo que tendrá una potencia de 800 MW. La nueva balsa (que se ubicará cerca de Buspol, en el monte Os Pozos de Grandas de Salime) tendrá una capacidad de 6,48 hm3 y estará conectada con el pantano con unas tuberías de más de dos kilómetros.

Magtel ha propuesto trece proyectos de centrales hidroeléctricas de bombeo y los principales se encuentran en Asturias, y con elevada potencia: Doiras con 400 MW, Soto de La Barca, con 300 MW y Grandas de Salime con 265 MW.

Qué es almacenamiento hidráulico y energía hidroeléctrica por bombeo

La clave de estas iniciativas está no solo en la producción eléctrica, sino en la capacidad de almacenar la energía, uno de los elementos clave de la transición energética a nivel europeo en su apuesta por la sustitución del carbón por energías renovables.

La energía hidroeléctrica por bombeo es un tipo de almacenamiento de energía hidroeléctrica. Se trata de una configuración de dos depósitos de agua a diferentes alturas que pueden generar energía a medida que el agua desciende de uno a otro (descarga), pasando por una turbina.

El sistema también necesita energía cuando bombea el agua de vuelta al embalse superior (recarga). Actúa de forma similar a una batería gigante, ya que puede almacenar energía y liberarla cuando sea necesario.

El almacenamiento hidráulico consiste en bombear agua hacia un embalse superior. Cuando se necesita energía, el agua se libera y es turbinada, transformándose en electricidad. Al hibridarlo con un parque eólico o una planta fotovoltaica, el exceso de energía generada por estas instalaciones renovables podría almacenarse a través del bombeo hidráulico. Una vez almacenada, esta energía podría ser liberada cuando la red tuviese una demanda eléctrica alta.

Dadas las características de nuestra región, Asturias podría convertirse en un polo de este tipo de tecnología, como demuestra la cantidad de iniciativas enviadas al Gobierno central para optar a fondos europeos.

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